domingo, 23 de octubre de 2011

Pasado


Mirar hacia atrás hacia el pasado y dejarlo pasar es una manera de avanzar personalmente y dejar esas diferencias que nos siguen rayando en círculos como si fuéramos un disco de vinilo en un viejo tocadiscos. Presente mezclado con pasado y futuro en un ritual enfermizo, un vals de memorias secas que ya no tienen sentido y mucho menos razón de ser.
Por eso te digo a ti, mi pasado, gracias por definirme, por creer en mí, por amarme y brindarme gloriosos días de felicidad, nuestra historia sin final concluye hoy, así es, dejo bien en claro mis deseos (te guste o no), espero los respetes, hoy te digo basta!, y exijo que cumplas con tu parte del camino y me sueltes, siento aún después de tanto tiempo tus cabos amarrando mis manos como si todavía fuera tu títere de feria del cual te acuerdas a tu conveniencia y desempolvas a tu antojo. Ya no jugarás conmigo para satisfacer tus caprichos de melancolía, tuviste tu tiempo y un lugar de preferencia en mi corazón.
Hoy, como en otro millar de veces, te pido existamos en paz, ya no quiero ser aquel fantasma que vaga por el mundo sin razón de ser. Siempre voy a tener palabras de agradecimiento hacia ti, pero es hora de vivir y sobre todo que me dejes vivir mi vida en paz.