sábado, 28 de enero de 2012

FELICIDAD




Los malos momentos se suceden los unos a los otros, día tras día, como fieles gotas de lluvia que caen sobre el asfalto caliente y se destrozan convirtiéndose en más gotas que caen alrededor de la primera. Los malos momentos son así. Tormentas de verano. Lluvias de primavera. Da igual, porque todos son distintos excepto en una particularidad, siempre, SIEMPRE terminas mojado. Lo mejor viene después. Cuando el sol empieza a despuntar. Cuando el calor veraniego parece una toalla en invierno secando las gotitas del rocío sobre un cuerpo mojado. Esa sensación me gusta. Poco a poco se alejan las nubes grises. Poco a poco aparecen las sonrisas, las miradas y las palabras. Oh las palabras, calman el alma como pedazos de poesía brotando de un corazón. Palabras sinceras, cargadas de sentimientos, palabras que dan calor. Ni más ni menos. Ayer entendí que con querer, no hay suficiente; se necesita mucho más.
Pensé que sería algo complicado... y al final ser feliz se reducía a vivir... vivir mis pequeños momentos del día con esas personas que me aman, con los que me abrazan, me besan y me desean el bien. Tan simple como conducir así, beber y reír, cocinar riendo, despertar con sonrisas, acostarse a carcajadas, llamar y decir tonterías... tan simple como enseñar más los dientes que las lágrimas.
Me siento con la obligación de ser feliz. Porque no necesito más que pensar en serlo para conseguirlo. Bienvenida seas.

domingo, 15 de enero de 2012

HUBO UN MOMENTO


Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.
Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.
Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.
Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con alguien se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.
Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna ; y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.
Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar ; y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera .
Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.
Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo; y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.
Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.
Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.
Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.
Recuerda "todo lo que sucede, sucede por una razón"...
"anónimo"

jueves, 5 de enero de 2012

YO










Me duele el cuerpo, como si creciera hacia adentro, no hacia fuera. Pero más me duele el alma. Es ansiedad a veces asfixiante.

No busco el amor, pero lo deseo. Mi cuerpo me pide caricias. Mi cuerpo necesita paces que no tengo. Mi cuerpo es un lago atrapado entre las montañas, cerca del cielo, y de la luz, pero lejos de los seres humanos. Mi cuerpo es la vida, y ella es cuanto tengo.

Pero más me duele el alma, es angustia siempre inexplicable.

Deseo y amor. Me duele el cuerpo porque aunque es mío no puedo dominarlo y me traiciona con sus burlas. Pero más me duele el alma, por ese miedo que no sé de dónde viene ni adónde va.
Soy una desconocida para los demás, y para mí misma. Busco mi identidad. A los demás les parezco una quimera, una ilusión. Ellos quieren programarme y yo sólo busco salir del laberinto. me siento emocionalmente frágil, temerosa, insegura... Y sin embargo sé que voy a lograrlo. ¿es un contrasentido? Tal vez.


Ahora estoy triste, ahora estoy alegre... ¡ZAS! Cambios. Rechazo la autoridad. Soy rebelde. Pero lo entiendo, así que también soy maleable. No digo no porque sí. No digo y amén. Soy crítica. He de serlo. No me gusta el mundo en el que vivo. Tampoco les gustó a los del año anterior, ni a los de los años sesenta, ni les gustará a los jóvenes del 2025. tenemos el derecho de gritar basta, a decir ese no y a exigir. Y tenemos la obligación de luchar para cambiarlo todo.
Quiero intentarlo.




Me duele el cuerpo...




Pero más me duele el alma...
Siento, luego estoy viva.