Con los ojos bien abiertos soy capaz de observar todo aquello que me rodea, pero se empeñan en seguir cerrados porque hay demasiadas cosas que no les gustan y que además son imposibles de cambiar.
Las cosas pasan porque tienen que pasar, sino no pasarían. Pero a veces los pequeños pormenores del genial acontecimiento nos estropean la deliciosa visión del conjunto.
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