jueves, 5 de enero de 2012

YO










Me duele el cuerpo, como si creciera hacia adentro, no hacia fuera. Pero más me duele el alma. Es ansiedad a veces asfixiante.

No busco el amor, pero lo deseo. Mi cuerpo me pide caricias. Mi cuerpo necesita paces que no tengo. Mi cuerpo es un lago atrapado entre las montañas, cerca del cielo, y de la luz, pero lejos de los seres humanos. Mi cuerpo es la vida, y ella es cuanto tengo.

Pero más me duele el alma, es angustia siempre inexplicable.

Deseo y amor. Me duele el cuerpo porque aunque es mío no puedo dominarlo y me traiciona con sus burlas. Pero más me duele el alma, por ese miedo que no sé de dónde viene ni adónde va.
Soy una desconocida para los demás, y para mí misma. Busco mi identidad. A los demás les parezco una quimera, una ilusión. Ellos quieren programarme y yo sólo busco salir del laberinto. me siento emocionalmente frágil, temerosa, insegura... Y sin embargo sé que voy a lograrlo. ¿es un contrasentido? Tal vez.


Ahora estoy triste, ahora estoy alegre... ¡ZAS! Cambios. Rechazo la autoridad. Soy rebelde. Pero lo entiendo, así que también soy maleable. No digo no porque sí. No digo y amén. Soy crítica. He de serlo. No me gusta el mundo en el que vivo. Tampoco les gustó a los del año anterior, ni a los de los años sesenta, ni les gustará a los jóvenes del 2025. tenemos el derecho de gritar basta, a decir ese no y a exigir. Y tenemos la obligación de luchar para cambiarlo todo.
Quiero intentarlo.




Me duele el cuerpo...




Pero más me duele el alma...
Siento, luego estoy viva.


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