A veces me sorprendo a mi misma recordando unos ojos verdes que me hacían perder todo control sobre mi misma, o aquella sonrisa que siendo una niña me hizo creer que los príncipes azules existían. Otras veces lloro recordando la última locura que mi mente me llevó a cometer. Fue bonito, pero al final terminé sufriendo, como siempre.
Nunca me he arrepentido de nada de lo que he hecho. Pero no soy persona de segundas oportunidades no porque no quiera, sino porque mi mente no olvida, no mantiene en pie el rincón de los sufrimientos.
Algún día olvidaré, supongo, algún día dejaré ir todo y empezaré desde 0. Algún día...
No hay comentarios:
Publicar un comentario